El número de venezolanos que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México en una travesía llena de peligros se ha incrementado en los últimos meses. Producto de la crisis económica en su país de origen y toman la decisión de atravesar una de las fronteras más peligrosas a nivel mundial con la esperanza de poder obtener mejores oportunidades para sus seres queridos.
Una travesía llena de peligros, pero al final esta la recompensa
Los venezolanos suelen entrar por Del Río, justo al oeste de San Antonio, donde un tramo en el condado de Val Verde es ahora uno de los cruces más fáciles para la inmigración ilegal. Familias enteras se están entregando al llegar a las agencias locales y federales, en busca de asilo político.
“Se agachan y besan el suelo, han llegado hasta aquí, se arrodillan y rezan una oración”, dijo el sheriff del condado de Val Verde, Joe Martínez.
Hay más migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México cerca de Del Rio, Texas, de los que Martínez recuerda en sus 13 años como sheriff del condado de Val Verde. Atraviesan el río Grande y llegan a los patios de los residentes.
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La travesía llena de peligros aún no termina al llegar a EE. UU.
El mes pasado, dijo, un residente disparó su arma para asustar a un grupo de migrantes que caminaban en las afueras de la ciudad; las escuelas cercanas fueron cerradas en respuesta.
Dijo que en las redes sociales se han difundido acusaciones infundadas que culpan a los inmigrantes de delitos como los robos. Y en una reciente reunión de la comunidad, dijo Martínez, una residente le preguntó si podía usar la “fuerza mortal” para detener a los migrantes que pisaran su terreno. “Si ocurre algo así, tienes una situación diferente en tus manos”, dijo Martínez.
Las tensiones están aumentando en Del Río, una ciudad de 35.000 habitantes, mientras la nación vuelve a lidiar con un aumento de los migrantes que buscan entrar en Estados Unidos.
Solo en la zona de Del Río, los agentes fronterizos han realizado más de 68.000 detenciones en lo que va de año, según la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP). Esta cifra es cuatro veces mayor que la registrada en el mismo periodo del año pasado.
Un desafío humanitario para las autoridades
La afluencia de inmigrantes entre los que se cuentan los venezolanos ha creado un desafío humanitario y político para el presidente Joe Biden, que ha prometido tratar a los migrantes con más humanidad que su predecesor Donald Trump. El gobierno de Biden ha permitido a los niños que viajan solos y a algunas familias con niños entrar en Estados Unidos para solicitar asilo. Pero sigue aplicando una medida de la era Trump que pide que se expulse a muchos de los que cruzan la frontera sin autorización.
Y cruzan o pasan el río como si nada para ingreso a territorio americano mejor dicho la frontera ? Y los funcionarios de migración de #Texas los esperan para que pasen ? PURO SHOW para las cámaras. @LaVerdadVargas @LaPrensaTachira @traffiCARACAS @teleSURtv https://t.co/psC1LLiz4h
— Alejandra Pérez (@alejanaperez) May 27, 2021
Las tensiones son evidentes en Del Río, encaramado en la frontera a unos 240 kilómetros al oeste de San Antonio. Martínez y otros residentes de larga data dicen que algunos en esta comunidad 85% hispana están mostrando una mayor hostilidad hacia los migrantes.
Del Río cuenta con un único centro para atender a los inmigrantes. En marzo atendió a 2.070 personas, el total mensual más alto de la historia, según la directora de operaciones Tiffany Burrow. Prácticamente todos se trasladan a otro lugar para esperar el resultado de sus solicitudes de asilo, dijo.
Alcalde manifiesta no tener los recursos para prestar ayuda a migrantes
Del Río entró en el centro del debate sobre la inmigración en EE.UU. en febrero, mientras Texas sufría una gran tormenta de invierno y un corte de electricidad. El alcalde, Bruno Lozano, llamó la atención de Biden en un vídeo de Facebook.
“No tenemos los recursos disponibles para albergar y acomodar a estos migrantes dentro de nuestra comunidad”, dijo Lozano, de 38 años. También expresó su preocupación por la posibilidad de que los migrantes sean portadores del coronavirus, lo que podría poner en peligro a los residentes.
#Migración | En horas de la mañana de este domingo, #23may, un grupo de migrantes venezolanos cruzó la frontera de Estados Unidos con #México en La Joya, Texas, al norte del río Grande. Lee más de esta información, aquí https://t.co/ODnTKi91T3 pic.twitter.com/5m2X5896f3
— El Pitazo (@ElPitazoTV) May 24, 2021
El vídeo se hizo viral cuando Lozano -un demócrata que fue noticia tras su elección en 2018 como el alcalde más joven y primer alcalde abiertamente gay de la ciudad- adoptó una postura en sintonía con muchos republicanos pro-Trump. Las invitaciones de los medios conservadores no tardaron en llegar. Lozano hizo múltiples apariciones en marzo en la cadena Fox, y Del Río fue retratado en los medios de derecha como invadido.
La Casa Blanca se negó a comentar las afirmaciones del alcalde, remitiendo a Reuters al Departamento de Seguridad Nacional y a la CBP. La CBP dijo que “sigue trabajando con entidades locales, estatales y federales para gestionar los problemas de inmigración en nuestras comunidades fronterizas.”
Lozano creció en Del Río y dijo a Reuters que recuerda a su padre dando refrescos a los migrantes en su rancho a las afueras del pueblo cuando era joven. “La diferencia entre eso y ahora es que ahora se ven hordas de gente”, dijo.
Del Río siempre ha tenido algún grado de cruces ilegales, pero este año es excepcional. Las aprehensiones en el sector en lo que va del año fiscal ya superan el total de todo el año fiscal 2019, la última vez que la migración se disparó significativamente en la frontera.
Redacción: Alberto Blanco
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