En un acertado análisis la periodista Alejandra Oraa realiza un análisis de lo que les espera a las mujeres en Afganistán una vez los talibanes tomen el control total del país. Es por ello que traemos hasta ti está acertada observación de la periodista de lo que será el futuro de las mujeres bajo el control de los talibanes.
Según los talibanes buscan crear un entorno seguro en el que la castidad y la dignidad de las mujeres vuelvan a ser sagradas, pero predican que el rostro de una mujer es una fuente de corrupción, los Talibanes han sido uno de los mayores enemigos de las mujeres durante años. En la década de 1990, una mujer que intentara estudiar o caminar sola en Afganistán podía perder la vida.
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Estas son algunas de las muchas prohibiciones impuestas a mujeres y niñas por el régimen talibán, documentadas por Naciones Unidas a lo largo de dos décadas:
- A las mujeres no se les permite realizar ninguna actividad fuera del hogar a menos que estén acompañadas por su muhram (un familiar cercano, como su marido, padre o hermano)
- Se prohíbe a las mujeres estudiar en universidades, escuelas o instituciones educativas; sólo se les permite asistir a centros religiosos talibanes.
- Se prohíbe a las mujeres reír en voz alta, ya que ningún hombre extranjero puede oír la voz de una mujer.
- Las mujeres no pueden aparecer en los medios de comunicación, como la radio y la televisión, ni participar en reuniones públicas.
- No se permite a las mujeres mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio; si lo hacen, son apedreadas públicamente hasta la muerte, lo que ha llevado a la muerte en algunos casos.
- No se permite a las mujeres llevar ropa de colores ni maquillaje, ya que se considera “sexualmente atractivo”.
- Las mujeres y las niñas no pueden practicar deportes ni montar en bicicleta o moto.
- No se permite a las mujeres trabajar fuera de casa; actualmente la línea oficial de los talibanes es que las mujeres pueden trabajar y recibir educación, pero solo “dentro de los límites de la ley islámica y la cultura afgana”.
Decir que no les permiten ser “seres humanos” es un eufemismo. Afirman haber cambiado, pero por razones obvias y considerando sus acciones actuales, esto es preocupante y muy inquietante.
Redacción: Alberto Blanco
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