El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo el domingo que las cuadrillas están trabajando para librarse del colapso de una gran laguna de aguas residuales en el área de la Bahía de Tampa, mientras se evacua la zona para evitar una inminente “inundación catastrófica.”
Trabaja para evitar posible inundación catastrófica
Los funcionarios del condado de Manatee dicen que los últimos modelos muestran que una brecha en el depósito de la antigua planta de fosfato podría derramar 340 millones de galones de agua en cuestión de minutos, arriesgando una pared de agua de 20 pies de altura.
“Lo que estamos viendo ahora es tratar de prevenir y responder, si es necesario, a una situación de inundación catastrófica”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa después de sobrevolar la antigua mina de fosfato de Piney Point.
DeSantis recorrió el domingo la zona en la que la planta lleva cerrada desde 2001 y sus estanques de retención, uno de los cuales, que contiene entre 700 y 800 millones de galones de líquido, se está agrietando y goteando y corre el peligro de agrietarse y liberar su contenido.
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Tras un recorrido aéreo, el gobernador anunció que se han añadido 20 bombas adicionales y 10 aspiradores a los esfuerzos por evacuar el agua del embalse de forma ordenada, con el objetivo de aumentar el ritmo de evacuación a 35.000 galones por minuto.
Parte del muro de contención del estanque se ha desplazado
Lo que significa que podría producirse un colapso en cualquier momento. El administrador del condado de Manatee, Scott Hopes, dijo el domingo que duplicaría la cantidad de agua bombeada del estanque. Hopes dijo que no podía descartar una ruptura completa, que también podría desestabilizar las paredes de otras cuencas en el sitio de Piney Point.
El secretario del DEP de Florida, Noah Valenstein, dijo que otro estanque tenía niveles más altos de metales.
“Los valores radiológicos siguen estando por debajo de las normas de descarga de aguas superficiales. Así que, de nuevo, esta no es el agua que queremos que salga del sitio”, dijo.
Los estanques están situados sobre pilas de fosfato de yeso, un subproducto sólido radiactivo de la producción de fertilizantes. Las autoridades estatales afirman que el agua del estanque roto no es radiactiva.
Redacción: Alberto Blanco
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